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jueves, 30 de diciembre de 2010

Demasiado personal

Son pocas las películas que me hacen ir al cine, y pocos los directores que me llaman la atención: uno de ellos es Álex de la Iglesia. Su primer largo "Acción Mutante" fue una de las películas españolas más divertidas que he visto en la historia del cine de este egocéntrico país: no hablaba de la guerra civil, ni de Franco, ni del fastidioso cliché de que el pasado fue mejor. Estaba claro que era la película de un rebelde que quería romper con las reglas, hacer una gamberrada; y ese rebelde maduró con un mundo personal que me interesa y me entretiene. Esta última película "Balada triste de trompeta" es un homenaje a los payasos de la tele (Fofito hace un pequeño papel) pero pasado por el filtro de Álex de la Iglesia. La película está bien, pero es como asomarse a las pesadillas de otra persona. No es una comedia, es un drama-paranoico-circense, entretenido, pero demasiado personal.
No sé si esto es malo, al fin y al cabo se trata de una película de Álex de la Iglesia. Apta solo para verdaderos aficionados al mundo del presidente de la Academia.
Como curiosidad el director ha hecho un blog donde escribía como iba sucendiendo la producción de la película http://baladatristedetrompeta.blogspot.com/. Muy interesante.

Humor concentrado

Sobre el humor se ha escrito mucho y yo no he leído nada, pero me encuentro en la situación de poder afirmar que el chiste, la gracia, la parodia; contienen una sustancia llamada "chisteína", que así como la concaína y heroína son adictivas y pueden provocar la muerte; la chisteína, a pesar de su gran adicción, solo en un 2% de los casos provoca la defunción del chisteadicto.
Además es una sustancia legal, incluso se administra en pequeñas dosis en algo que se llama "risoterapia". Sí, hay gente que paga para ir a terapia a reírse, pero si ¡la chisteína es gratis!
Después de este concienzudo análisis he decidido meterme de lleno en el laboratorio con el fin de encontrar la chisteína pura. Pretendo elaborar el chiste con la mayor concentración de chisteína por palabra. A esto lo he llamado "Humor concentrado".
Teniendo en cuenta la alta concentración de chisteína en estas píldoras de humor concentrado y la populosa afición de contar chistes largos, e incluso explicarlos luego, ha provocado que muchas de las mentes no sean capaces de entender el chiste mínimo. El humor concentrado se explica a si mismo: es a la vez pregunta y respuesta. Es el todo y la nada.
No te sientas mal si no entiendes el chiste, la mayor parte de las veces la chisteína al llegar a tu cerebro provoca un ¡clic! imperceptible que hará que tu mente se abra al "bien-vivir" y al "mejor-reír"; pero que te hará sentir como un idiota que no entiende nada.
Evidentemente no soy yo el primero que se ha planteado esta búsqueda, pero estoy dispuesto a coger el relevo, a comenzar de nuevo la búsqueda.
Aunque me consta que la perfección no existe me he propuesto hace un chiste con una sola palabra. Llegar a la simplicidad máxima.
Muestra de humor concentrado de uso popular:
"Iban dos y se cayó el del centro"
"Hay tres tipos de personas: los que cuentan y los que no saben contar"